Me considero un friki de las terapias naturales y tengo mucha formación en hipnosis, noesiterapia, hipnoparto, medicina china, osteopatía, acupuntura y un largo etcétera.

Recordaré siempre la primera vez que vi un parto. Era un estudiante de enfermería y me impactó el poder que tiene la mujer, ósea, lo que es capaz de hacer.

Cuando comencé la residencia de matronas me llamó mucho la atención, no solo la diversidad de partos que existen sino las distintas formas de vivirlos. Una mujer está feliz y sonriendo con 8 cm de dilatación y otra está sufriendo y pidiendo la epidural con solo 1 cm. ¿Cuál era la diferencia entre una y otra? Al principio pensé que era algo corporal, físico. Algo hay en el cuerpo de una que no está en el cuerpo de la otra.

Empecé a estudiar que hacía el cuerpo de la mujer en el parto. Para mi asombro descubrí que la naturaleza nos ha diseñado para disfrutar de parto. Por ejemplo, las hormonas que se encargan de las contracciones son las mismas que generamos en el orgasmo. O, por ejemplo, el sistema parasimpático, encargado de iniciar, mantener y avanzar el parto es el mismo que se encarga de nuestra relajación. Y así muchos más detalles de la naturaleza.